San Iván (Juan) Rilski nació en el año 876 en el pueblo cerca al camino principal y con solo 25 años rechazó la vida civilizada y se hizo un Moje. Después de haber pasado unos cuantos años en otros lugares fue en la naturaleza impenetrable de la montaña de Rila. Fue visto por primera vez por un par de pastores quienes lo vieron y él curó uno de ellos que fue llevado donde él. Los rumores difundieron por todo el país. La gente buscaba la soledad y venía a él. Él no los hizo volver y ellos empezaron a vivir juntos.
Las reliquias de san Iván fueron llevados por el rey de Bulgaria a Sredets (Sofia) el 18 de Agosto que se hizo el feriado del monasterio. En 1183 las reliquias fueron llevados a Hungría a la ciudad de Estergom por el rey Bela III y después de la liberación de Bulgaria del imperio Bizantino y la declaración de Veliko Tarnovo como capital del Segundo Reino Búlgaro, el tsar búlgaro Ivan Asén II ordenó que se movieran las reluquias a la capital en 1195 donde construyó un santuario especial.
San Iván Rilski hizo un ejemplo de vida sagrada pero también unió a sus seguidores y estableció el monasterio de Rila que hizo una gran parte en los siglos que seguían de regla otomana.